Aclaremos esto desde el principio: tanto si eres una mujer como si eres un hombre, no hay ninguna duda de que ser físicamente atractivo es una ventaja inicial muy importante a la hora de ligar, y no deberías confiar en nadie que te dijera lo contrario: o te está mintiendo deliberadamente, o ha vivido encerrado en el interior de una cueva durante toda su vida. No sabría decirte qué es peor.
Si eres atractivo, si eres de los que derrite a las mujeres con tan solo una mirada, entonces, enhorabuena, aprovecha lo que tienes. Úsalo.
Pero si no eres particularmente atractivo, no dejes que eso te acobarde. Lucha. Pelea. Desarrolla tu carácter y llegarás hasta cosas que ni siquiera creías posibles.
El mayor error que encuentra un hombre a la hora de intentar seducir a una mujer es creer que el físico lo es todo. Aunque la sociedad imponga la moda y las tendencias y ese también es un motivo por el que te sientas tan “determinado” por el físico, te darás cuenta que los sentimientos profundos ganan al físico.
A pesar de que las mujeres están también interesadas en el aspecto físico, están más interesadas aún en cómo las haces sentir.
¿Es importante mi apariencia para conquistar mujeres?
Si es importante, pero no de la manera que crees. Los hombres juzgamos a las mujeres principalmente por su apariencia: pechos, nalgas, cara, cintura, ojos, cabello etc. Más que nada, lo que nos excita de ellas es su apariencia física. Así que es natural que uno piense que funciona igual para ellas. Sin embargo, no es así. Las mujeres le atribuyen mucha menos importancia a la apariencia de un hombre y mucha más importancia a como ese hombre las hace sentir.
Una buena apariencia –cuerpo atlético, buena cara, y las ropas adecuadas- harán que ellas más fácilmente te presten atención al principio. De ahí en adelante, lo más importante es como las hagas sentir. Así es que, si, tendrás mas oportunidades iníciales con ellas mientras mejor apariencia tengas, pero es tu habilidad para hacerlas sentir mariposas, escuchar campanitas y sentir choques eléctricos lo que te hará ser deseado por ellas, y no tu apariencia.
En resumidas cuentas, si no tienes fama, riqueza, poder o un gran atractivo físico, vas a tener que emplear tu personalidad para conseguir que ellas se sientan bien a tu lado. Tu personalidad es la más eficaz de las armas que tienes.
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